Reforzar la enseñanza mejorando la movilidad profesional

Hoy en día se espera del docente que haga más para personalizar el aprendizaje, que desarrolle nuevos enfoques de evaluación, que facilite el aprendizaje activo del estudiante, se mantenga al día en cuanto a los avances propios de su especialidad y que incorpore las nuevas tecnologías. Este es el escenario dibujado por Michael Alain para apoyar la inexcusable reinvención del rol docente y proponer medidas orientadas al refuerzo de la enseñanza.

Reforzar la enseñanza mejorando la movilidad profesional

El siguiente artículo ha sido escrito originalmente para WISE ed.review. Para leer el artículo original en inglés, haga clic aquí. Sigue la actualidad de WISE en @WISE_es.

Este artículo es parte de una serie desarrollada alrededor del siguiente tema de debate: ¿La educación puede prescindir de los maestros? (parte 1 de 4).

Líderes transformadores de la educación de todo el mundo, sostienen que tenemos que repensar, reinventar y revitalizar las escuelas y universidades. El papel de los profesores también tendrá que cambiar. Algunos incluso argumentan que la profesión docente puede llegar a desaparecer debido a que los estudiantes recurren a recursos en línea y otras alternativas. Otros alegan que los profesores deben asumir más responsabilidades para satisfacer unas necesidades y demandas cambiantes.

¿Se ha quedado obsoleta la profesión docente tal y como la conocemos? Lea lo que cuatro expertos líderes tienen que decir sobre el tema.

Michael_Alain

Dr. Alain Michael
Scientific Advisor of European Institute for Education and Social Policy

 

 

 

Necesitamos también adoptar un punto de vista nuevo sobre las razones por las que la gente quiere enseñar 

La profesión docente, tal y como la hemos conocido, se ha quedado obsoleta. Ciertamente, debemos reinventar el papel del profesorado. Pero también necesitamos adoptar un punto de vista nuevo sobre las razones por las que la gente quiere enseñar. De hecho, cada vez son menos las personas que quieren ser profesores. Muchos de los que acceden a la profesión abandonan pasados unos años.

Ya hay escasez de profesores cualificados en muchos países, y es probable que la tendencia aumente. Muchos piensan que podemos resolver la falta de profesorado ofreciendo más aprendizaje y entretenimiento educativo basado en las TIC. Aunque la solución podría ser adecuada para los alumnos mayores de los programas de educación y formación superior, si bien sólo hasta cierto punto, en absoluto lo sería para los alumnos más jóvenes de primaria y secundaria. Los docentes tienen ante sí un papel crucial por desempeñar en el apoyo a estos estudiantes a medida que desarrollan sus competencias sociales y empiezan a participar más activamente en sus respectivas comunidades.

De hecho, las expectativas depositadas en la figura docente y en la escuela son ahora mayores que nunca. Se espera del docente que haga más para personalizar el aprendizaje a fin de cubrir las diversas necesidades del estudiante. También se requiere del profesor que desarrolle nuevos enfoques de evaluación, para facilitar el aprendizaje activo del estudiante; que se mantenga al día en cuanto a los avances propios de su especialidad y que incorpore las nuevas tecnologías. En consecuencia, muchos países exploran opciones políticas para reforzar las cualificaciones del profesorado. Organizaciones internacionales como la UNESCO, la OCDE y la Comisión Europea también han emprendido estudios sobre cómo atraer a nuevos profesores y al mismo tiempo elevar el listón de las cualificaciones profesionales. El creciente consenso internacional acerca de requerir que los profesores tengan una titulación de Máster en Educación constituye prueba evidente de la tendencia.

Es probable que diversos factores obvios incidan en el atractivo de la profesión; por ejemplo, el nivel salarial y las condiciones laborales. En algunos países, el salario relativamente bajo de los profesores, concretamente en comparación con otras profesiones que requieren un nivel de titulación semejante, ha hecho descender el estatus social del profesor.

Un estudio reciente llevado a cabo por el Instituto Europeo de Educación y Políticas Sociales (EIESP) encontró que hay muchos factores adicionales que tienen un peso significativo en la decisión de acceder a la profesión docente y permanecer en ella. Por ejemplo, la formación inicial del profesor, el apoyo en los inicios de la profesión y el desarrollo profesional revisten especial importancia. A lo largo de los últimos diez años, el declive del prestigio social y la imagen negativa de la profesión mostrada en los medios, parecen haber incidido enormemente en el atractivo de la profesión en muchos países.

Pero hay otro factor que puede mejorar el atractivo de la profesión docente, aunque a primera vista pueda parecer una contradicción. A pesar de que la mayoría de las personas que se convierten en docentes lo hacen por razones altruistas (la enseñanza como vocación), las oportunidades limitadas de dejar de enseñar para pasar a ejercer otra profesión pueden constituir un obstáculo importante. En muchos países, el apoyo a la movilidad dentro y más allá de la profesión docente es muy raro.

Las oportunidades reales de que el profesor pueda asumir nuevas responsabilidades en el curso de su carrera, también puede ser un factor importante para atraer a los titulados más destacados. Sucede así, concretamente, en los países donde la profesión no goza de mucho prestigio social. Por el contrario, es importante atraer a profesionales que deseen convertirse en profesores después de haber trabajado en otros ámbitos. Su experiencia del mundo real es muy valiosa. De hecho, un objetivo importante de la educación es preparar a los estudiantes para la vida laboral ayudándoles a adquirir competencias básicas y habilidades que necesitarán para adaptarse a un mundo que cambia rápidamente. Los profesores con experiencia profesional previa en el mundo empresarial o en la administración pública, están especialmente bien equipados para preparar a los estudiantes jóvenes y que éstos sepan desenvolverse frente a los múltiples cambios que experimentarán a lo largo de sus vidas.

Ya hay países que están haciendo más por facilitar este tipo de movilidad del profesorado. Por ejemplo, de acuerdo con la Agencia de Formación y Desarrollo para las Escuelas de Inglaterra, entre 2009 y 2010, el número de personas que cambiaban de profesión y solicitaban formación para ser profesores creció en un 35%, lo que representaba aproximadamente el 30% del número total de nuevos solicitantes.

En otras palabras, una forma interesante de incrementar el número de profesores cualificados capaces de cubrir unas expectativas cada vez más elevadas, consistiría en aumentar sus oportunidades de movilidad entre la docencia y otras profesiones.

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